No se porque extraña razón me resisto a desacerme de mis viejas zapatillas, en el club denominamos a esta rara enfermedad " El síndrome de Gonzalo ", sabremos que estamos contagiados cuando no seamos capaces de librarnos de ellas, que las dejamos con el firme propósito de no verlas más pero a la semana siguiente como por arte de magia aparecen en nuestros pies listas para salir a correr de nuevo, sabemos que tenemos que ignorarlas que sólo nos traerán problemas para nuestros pies....
por suerte este mal se cura y por insólito que parezca sólo se necesita un par de zapatillas nuevas.
Buena carrera.
por suerte este mal se cura y por insólito que parezca sólo se necesita un par de zapatillas nuevas.
Buena carrera.
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